Flexión de piernas hacia delante
Siéntate en el suelo, con las piernas tan separadas como puedas. Sujétate los dedos de los pies si puedes, o agarra los tobillos ligeramente. Mantén la espalda recta e inspira, manteniendo el diafragma (el músculo bajo las costillas) hacia arriba y hacia dentro. En esta posición, respira profundamente varias veces. Cuando exhales por última vez, inclínate hacia el suelo y exhala.
Estiramiento de mariposa
Siéntate con las rodillas abiertas y dobladas a los lados, con las plantas de los pies juntas delante de la entrepierna, como si formaras una mariposa con tus piernas. Sujeta las manos debajo de los dedos de los pies, o sujeta los tobillos. Presiona las plantas de los pies y respira, expandiendo profundamente el pecho y levantando el diafragma, como se ha descrito anteriormente. Levanta un poco la cabeza y siente cómo se expande el estómago. Inhala y exhala profundamente desde el estómago cuatro o cinco veces.
Estiramiento de la rodilla al pecho
Túmbate de espaldas con una pierna estirada y sube la otra rodilla hacia la barbilla. Sujeta la rodilla con los brazos para aliviar la tensión y luego mantén la postura, relajándote durante unos minutos.
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